HELY ORSINI
Caraqueña viajera que ha cantado aquí, en México, Guyana, Trinidad, Surinam, España, Estados Unidos, Portugal, Islas Azores, Alemania, Finlandia, Rusia y medio mundo, hace postales con su voz y ahora mismo, con este trabajo de duetos y cerezos, Dos Octavas de Amor, se alía con voces cuyos estilos surcan las antípodas pero coinciden convencidas en el mismo embeleso, el que le llena la boca. Integrante de Los Cañoneros, grupo en el que está con su hermano Ylich desde su fundación hace 32 años, y desde el cual profesan inocultable devoción por este género local risueño, que es una suerte de crónica urbana pícara y naive sobre lo bonito de la ciudad, suma cinco discos dedicados al ritmo del vaivén rucaneado, suavecito, pegadito. También su gusto musical se extiende a la región, a las canciones que honran penas y caricias, celos y telúricas batallas: Mercedes Sosa sería icónica inspiración. Y caben en sus querencias vocalizables, el pop, el rock, el world music, el folclore, y en realidad todo lo que